
Soy coach para madres especialista en crianza y educación emocional, y en este artículo quiero hablarte sobre la importancia de sanar tus heridas emocionales y practicar el autoconocimiento para criar desde la crianza respetuosa. Ser madre es una tarea maravillosa, pero también puede ser muy desafiante. Es posible que te encuentres en situaciones en las que te sientas abrumada, agotada y frustrada. A veces, incluso sin saberlo, podemos proyectar nuestras emociones no resueltas en nuestros hijos y afectar su desarrollo emocional. Por eso, es esencial hacer un trabajo emocional personal y sanar tus heridas emocionales para desde la consciencia con respeto a nuestros hijos.
¿Qué son las heridas emocionales? Las heridas emocionales son experiencias dolorosas del pasado que pueden haber sido causadas por eventos traumáticos, relaciones tóxicas o patrones de comportamiento disfuncionales. Estas experiencias pueden dejarnos cicatrices emocionales que, si no se tratan, pueden afectar nuestra salud mental, nuestras relaciones y nuestra capacidad de ser padres amorosos.
¿Por qué es importante sanar nuestras heridas emocionales para criar desde la crianza respetuosa? Sanar nuestras heridas emocionales es fundamental para criar desde la crianza respetuosa porque nuestras propias heridas pueden afectar la forma en que interactuamos con nuestros hijos. Si no tomamos el tiempo para sanar nuestras heridas, podemos proyectar nuestras emociones no resueltas en nuestros hijos y afectar su desarrollo emocional. Por ejemplo, si tuviste una relación tóxica en el pasado, es posible que tengas dificultades para confiar en otras personas, lo que puede afectar tu capacidad de establecer relaciones saludables con tus hijos.
Es importante que comprendamos que nuestras propias heridas emocionales pueden afectar nuestra capacidad de ser la madre que deseamos ser. Si no tomamos el tiempo para sanar nuestras heridas, podemos proyectar nuestras emociones no resueltas en nuestros hijos y afectar su desarrollo emocional.
La importancia del autoconocimiento en la crianza El autoconocimiento es fundamental para sanar nuestras heridas emocionales y criar desde la empatía y el respeto. Cuando nos conocemos a nosotros mismos, podemos identificar nuestras emociones, pensamientos y patrones de comportamiento. También podemos aprender a aceptarnos y amarnos a nosotros mismos tal como somos.
Para practicar el autoconocimiento, es esencial que conectes con tus heridas, tu historia y lealtades familiares. Para ello, muchas veces es necesaria la ayuda y guía de un profesional que nos ayude a ver aquello que no estamos siendo capaces de ver por nosotras mismas. También, es necesario que dediques tiempo a ti misma y conectes con tus propias emociones. Puedes hacerlo a través de la meditación, el yoga, la escritura, la pintura o cualquier otra actividad que te permita tomarte unos minutos al día para reflexionar sobre cómo te sientes e influir en tus pensamientos y acciones.
A continuación de brindo 3 herramientas básicas, fundamentales y a la vez complejas que te permitirán trabajar en tus heridas emocionales y autoconocimiento:
- Conectar con las emociones: A menudo, nos han enseñado a reprimir nuestras emociones, especialmente las emociones «negativas». Sin embargo, cuando reprimimos nuestras emociones, solo las estamos posponiendo, lo que puede hacer que sean más intensas más adelante. En cambio, es importante que aprendamos a aceptar nuestras emociones ya expresarlas de manera saludable. De esa forma, puedes ser capaz desde la practica y el ejemplo de poder enseñar y acompañar a tu peke a gestionarse y regularse.
- Practicar el amor propio: El amor propio es fundamental para sanar nuestras heridas emocionales y criar desde la empatía y el respeto. Cuando nos amamos a nosotros mismos, podemos aceptar nuestras debilidades y fortalezas y tratar a nosotros mismos con amabilidad y compasión. Prestar especial atención a nuestras necesidades físicas y emocionales. Esto puede incluir tomar tiempo para nosotros mismos, establecer límites saludables en nuestras relaciones y aceptarnos tal como somos.
- Trabajar con un terapeuta: Muchas veces, las heridas emocionales son demasiado profundas para sanarlas por nuestra cuenta. Trabajar con un terapeuta puede ser una herramienta valiosa para sanar nuestras heridas y fomentar el autoconocimiento. Puede ayudarnos a identificar patrones disfuncionales en nuestro comportamiento y pensamiento, brindándonos herramientas para cambiarlos y relaciones saludables con nosotros mismos y nuestros hijos.
En conclusión, sanar nuestras heridas emocionales y fomentar el amor propio son fundamentales para criar desde la crianza respetuosa. Si deseamos criar a nuestros hijos con amor y empatía, es importante que primero nos demos cuenta de nuestras propias heridas y trabajemos en ellas. Con herramientas como la conexión emocional, el amor propio y el trabajo con un terapeuta, podemos sanar nuestras heridas y criar a nuestros hijos desde la empatía y el respeto.
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